viernes, 1 de mayo de 2009

Luto en La Selección Nacional de Fútbol



Un triste mes de Junio de 2006

Una calurosa tarde de verano en Alemania, se encontraban en la barra del restaurante del hotel de concentración Rafa Márquez y Oswaldo Sánchez, sostenían una plática que al parecer era amena, sus rostros reflejaban felicidad y sus risas se escuchaban desde lejos.
_ ¡Hola chicos cómo están!
_Muy bien Caty..., ¡no gustas! Me dijo Rafa Márquez al tiempo que levantaba su vaso.
_ Gracias, pero tengo cita con Ricardo.
_ ¿Listos para el debut?
_ ¡Listísimos!

Todo parecía estar preparado para el tan anhelado debut de Oswaldo Sánchez en el Mundial solo restaba esperar, pero… el destino tenía otros planes para borrar la alegría de todo el equipo nacional, Dios tomaría las riendas en la vida del portero titular y este designio divino le produciría un dolor tan grande que se permearía a todo el pueblo de México.
En la madrugada, cuando se recibió la noticia del deceso del padre de Oswaldo… fue como si un rayo fulminante hubiera apuntado en el corazón de la Selección.
La noticia causo estragos terribles en el equipo… se palpaba y respiraba la angustia, por momentos parecía como una pesadilla…
_¡¡¡Esto no está pasando!!!... _Se escucho decir a uno de los jugadores
8:30 am. Llegue a la concentración, me recibió Luis
_ ¡Caty los muchachos casi no han dormido!
Me informaron que se suspendía tu charla, que era mejor no tocar el tema del fallecimiento del papá de Oswaldo, de hecho no habrá entrenamiento, ya que estamos en duelo.
_ ¿Quién dijo que se suspendía mi charla?
_Solo me comentaron que te avisara, te puedes tomar el día libre.
_ ¡Oye espera, no te vayas!…le dije como buscando una respuesta.
Luis partió Apresuradamente.
A lo lejos veo venir a Milton Graneolatti.
_ ¡Caty dice Ricardo que hables con los muchachos! ellos están desayunando en 20 minutos bajan, ¡ya desayunaste!
_ ¡No tengo hambre, gracias!
Me dirigí al salón, donde hablaría con los muchachos.
El lugar era utilizado como sala de juegos, estaba equipado con pantallas de plasma, computadoras personales y por supuesto no podían faltar los juegos de video.
Este era el cuartel de los jugadores, sus risas y cantos siempre eran una constante en este espacio…
Pero ese día algo había cambiado, el caos en esa habitación era anormal, los silloncitos estaban desperdigados, en las mesas se encontraban las tazas de café o té que habían sido utilizadas, las latas de refresco a medio beber, ese desorden era inusual… era el testimonio de que algo no estaba bien, ahí había quedado plasmado un gran sufrimiento.
Me di a la tarea de llamar a el servicio de limpieza para que quitaran todo rastro de desorden, intentando con esto desvanecer un poco el aspecto lastimoso de la estancia, dispuse en forma de media luna los asientos de tal manera que pudiera ver a cada uno de los seleccionados, no bien había terminado mi tarea, cuando los jugadores fueron llegando, venían formados en fila india, al ver sus rostros demacrados y sentir su espíritu quebrado, mi corazón se partió en mil pedazos palpitando con gran fuerza…El silencio que los acompañaba esa mañana era la nota que hacía evidente la desolación del grupo, la presencia de un profundo dolor eclipsaba la luz característica en la mirada de estos gladiadores.
Todos teníamos claro que no solo había fallecido el padre de Oswaldo, habían quedado huérfanos todos los que pertenecían al equipo de Chivas.
Él además de ser uno de los líderes del equipo Nacional, parecía el hermano mayor de estos jugadores.
“Sánchez es un líder indiscutible, siempre esta aconsejándolos, es uno de los grandes motivadores del grupo, al disputar un partido, sabe en qué momento debe levantarles el ánimo y como el guía que es cuando los resultados no se están dando grita a sus compañeros, “vamos cabrones podemos hacerlo”, a los muchachos les basta escuchar sus palabras de aliento para multiplicar esfuerzos.
El saber que Oswaldo está en la portería les da la confianza para salir a encarar el partido de forma ofensiva.
Cada uno de los jugadores tomo asiento, ninguno atinaba a levantar la vista, por un instante llegue a pensar que estaban congelados de tanto dolor, era como si estuvieran en otra dimensión, en un tiempo sin tiempo.
Ahí parada enfrente de los muchachos, mi corazón latía con tal fuerza que por momentos creí que mis latidos podrías ser escuchados en México.
¿Cómo decirles? … ¡Que no pasa nada! ¡Si yo misma no entendía que pasaba!
Nuevamente esa misma pena… Dos acontecimientos igual de perturbadores, solo que separados por el tiempo; las mismas circunstancias se hacían presentes una vez más.
En fracción de segundos mi mente retrocedió a Perú 2004 Copa América.
En ese momento uno de los máximos referentes de la Selección Jared Borgetti, era abatido por la vida… La pérdida de un ser amado, su querida hermana.
La fortaleza con que el jugador asumió su sufrimiento en ese tiempo, fue una panacea para el grupo.
Ese recuerdo me regreso de golpe al presente, con la energía totalmente renovada, tenía claro como dar un mensaje de consuelo para mis muchachos.
Un refrigerador lleno de toda clase de bebidas hidratantes y refrescos de cola, era lo único que rompía el silenció, toda la estructura temblaba por segundos como una gelatina, parecía que el aparato también estaba contagiado por la desdicha y suplicara unas palabras de alivio para su “espíritu mortificado”

_ ¡Muchachos es muy claro que todos estamos sufriendo por nuestro compañero! nuestro amigo del alma y para muchos de ustedes su hermano… debemos asumir este sentimiento que muerde y lastima el alma unidos, al estar en un mundial las circunstancias de vida no son las mismas, no debemos consentir que este lamentable suceso nos colapse, ya que estaríamos anticipando nuestra derrota, debemos tener la fortaleza de saber que solo contamos con dos formas de reaccionar ante este proceso de vida.
Una es dejarnos ahogar por el desconsuelo, la angustia y la impotencia de no poder estar físicamente con Oswaldo para apoyarlo así permitir que la depresión llegue a pesar tanto que nos derrumbe moralmente y con ella arrastre el trabajo y la ilusión de 4 años…
¡Oh la segunda! seria llevar esta gran aflicción, transmutándola en energía de trabajo, levantar la cara y salir a pelear con dignidad y grandeza
Finalmente ustedes tienen la última palabra y este proceso de duelo se respetara como cada quien desee afrontarlo.
Rafa Márquez como capitán de esta Selección quiere compartir con ustedes unas palabras.
Él se puso de pie, la grandeza que le es característica brillaba por su ausencia, esa pérdida le estaba lacerando el corazón, su semblante pálido era el vestigio de una noche de desvelo, cuando estuvo en el centro del salón algo en su interior cambió, él sabía que debía ser la columna vertebral del equipo, como si fuera un actor que entra a escena hizo una inhalación profunda…y cambió la postura de su cuerpo, la entrada de el aire transformo su desolación en una fuerza que supo transmitir cuando su voz se dejo escuchar, las miradas de todos buscaban consuelo en lo que él pudiera decir, se podía escuchar con claridad la respiración de los jugadores y está parecía permear la angustia que lastimaba sus emociones”.
_ Muchachos la vida no se detiene, esta no va a hacer una pausa para que nos recuperemos de la pérdida de un amigo, esta sigue y con ella el ritmo del torneo, el rival no nos va a dar concesiones, querrán aprovechar nuestras debilidades para atacar sin piedad, ahora más que nunca, necesitamos estar unidos para superar este momento de dolor, debemos mostrar fortaleza para apoyar a Oswaldo en la decisión que tome, conociéndolo sabemos que él va a regresar a hacer su debut y se va a dar al 100%... _Márquez hizo una pausa para respirar profundamente y continuo diciendo

_Oswaldo se lo debe a su padre y a él mismo, nosotros vamos a estar ahí para hacerlo fuerte, la única manera de apoyarlo en este momento es concentrándonos en el torneo, ¿Por qué estamos aquí? ¡Por un sueño que no es exclusivo de nosotros! le pertenece a México. Así que arriba corazones y a trabajar.
La fuerza con la que expreso Rafa Márquez estas palabras, fueron un antídoto contra el desconsuelo de sus compañeros.
Algo cambio en el grupo, las miradas de los muchachos recuperaron ese brillo que da la ilusión de luchar por un sueño.
Inmediatamente les transmitimos un video de los entrenamientos a los que se sometieron durante los 4 años de preparación, en esas imágenes también aparecieron jugadores que no llegaron a ese mundial y eso les hizo darse cuenta que era un privilegio y una gran oportunidad de mostrar sus talentos al mundo.
El video cerró con imágenes de la afición correteándolos en la pretemporada que se llevo a cabo en el puerto de Acapulco y las risas se volvieron a escuchar por un momento.
Jared Borguetti otro de los lideres de esa selección dijo con una voz firme_ ¡ya oyeron a nuestro capitán, a trabajar unidos!
Así con un minuto de aplausos para el padre de Oswaldo Sánchez terminamos la sesión más triste de esta Selección.
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